Breve historia del Bichon Habanero

El Habanero fue el perro de la aristocracia colonial hasta comienzos del siglo XX, cuando la intervención norteamericana impone sus modas, siendo sustituido por el Chihuahua, el Pomerania o el Pequinés, pasando a ser el juguete predilecto de la familia cubana que, de manera casi inconsciente, contribuyó a mantener viva la raza.


Ya durante el siglo XX comienza un amplio gusto por la cría de perros en Cuba, se realizan las primeras exposiciones caninas en la isla, donde prevalecen mayoritariamente razas importadas, solo algunos criadores se dedican al Bichón Habanero. Con el triunfo de la revolución en 1959, la cría de perros sufre un duro golpe, ya que pasa a ser un signo de la mentalidad burguesa, no acorde con los principios populares de los nuevos cambios. La reconstrucción económica hace que la gente olvide a sus perros, pero la raza se extiende desde Estados Unidos hacia Europa, partiendo de un reducido número de ejemplares emigrados, principalmente Suecia, Finlandia, Holanda y Alemania.
Mientras tanto en Cuba, a principios de los ochenta comienza a apreciarse un renacer de la afición y se fundan los primeros clubes de raza. Aún así el Bichón Habanero permanecía sumergido en el olvido, lejano del reconocimiento del gran público, a pesar que la Federación Cinológica Internacional (FCI) había aprobado un estándar para la raza desde 1963.
En 1987 se crea la Federación Cinológica de Cuba, ingresando de nuevo como miembro asociado de la FCI, es precisamente en ese año cuando se le retira el patrimonio del Bichón Habanero a Cuba, por lo que hoy aparece en la literatura más técnica como originario del Mediterráneo Occidental. Es aquí cuando hay una toma de conciencia y los amantes de la raza se reúnen, tras una cuidadosa búsqueda, encuentran a casi todos los Bichones Habaneros que quedaban en el país y comienzan a trabajar con ellos en el rescate de la raza. En 1991 se funda el Club Cubano del Bichón Habanero que realiza labores de selección y mejora de la raza, contando ya con varios campeones cubanos, el primero, Puppy triunfador de la Expocanina 93.